La adquisición de un diamante es una decisión que trasciende lo meramente estético. Se trata de una inversión en arte, belleza y patrimonio, donde cada detalle cuenta pues un diamante es en el sentido más estricto de la palabra: un fragmento de eternidad. En Sara Benavente, entendemos que la compra de una joya de esta magnitud debe ser una experiencia enriquecedora, respaldada por el conocimiento y la selección experta. Por ello, compartimos una guía para quienes desean adquirir un diamante con criterio y excelencia.
La Búsqueda: Elegancia en los detalles
El primer paso es definir qué representa el diamante en su vida. ¿Es un símbolo de amor eterno, una pieza de colección o una inversión patrimonial? Esta reflexión guiará su elección. Es esencial acudir a expertos en gemología, quienes pueden asesorarle en la selección de una gema que equilibre belleza y valor intrínseco.
La Selección: Comprender los 4Cs
Los diamantes se valoran según cuatro parámetros de graduación en los que se base el mercado, conocidos como los 4C´s ( escala estándar establecida por GIA):
- Carat (Peso): Se miden en “quilates” o el equivalente a 200 miligramos y por ende, afecta a su volumen y presencia visual.
- Color: Desde el D (incoloro) hasta el Z (tono amarillento, grisáceo o bruno), siendo los incoloros los más valiosos experimentando un sutil cambio de color de un grado a otro.
- Clarity (Pureza): Se compone tanto de inclusiones (características internas) como de imperfecciones (irregularidades de la superficie). La cantidad, el tamaño, el relieve, la naturaleza y la posición de éstas características afectan la apariencia general de la piedra.
- Cut (Talla): Es habitual confundir la forma de un diamante (redonda, rectangular, ovalada) con su talla. Pero la talla del diamante es más que la forma, evalúa las proporciones, la simetría y el pulido del diamante, que se combinan para ofrecer la magnífica reflexión y refracción de luz que solo es posible en un diamante.
Certificados: La Garantía de Autenticidad
Adquirir un diamante certificado es esencial para garantizar su autenticidad y calidad. Los certificados emitidos por entidades reconocidas como el GIA (Gemological Institute of America) o el HRD Antwerp proporcionan información detallada sobre sus características, asegurando una compra transparente y con respaldo internacional.
Personalización y Montura: La diferencia de lo excepcional
El diseño de la joya que enmarcará el diamante es tan crucial como la gema en sí. En Sara Benavente, estudiamos las gemas y creamos joyas autobiográficas, diseñadas con tecnología de vanguardia y la maestría de nuestros orfebres. Cada pieza es un reflejo de la esencia de quien la porta, convirtiéndose en una expresión tangible de su historia y personalidad.
Inversión Inteligente y Custodia
Un diamante de calidad mantiene y, en la mayoría de los casos, incrementa su valor con el tiempo. Para ello, es crucial su correcta custodia y protección: evitar impactos, almacenarlo en estuches adecuados y realizar limpiezas periódicas con profesionales es esencial.
Conclusión
La compra de un diamante es un acto de discernimiento, donde el conocimiento y la orientación de expertos resultan determinantes. En Sara Benavente, ofrecemos un acompañamiento exclusivo para quienes buscan no solo adquirir una joya, sino también vivir una experiencia de lujo, exclusividad y conocimiento profundo. Porque un diamante es mucho más que una gema: es un legado eterno.
No dude en contactarnos para cualquier consulta que desee realizar o para concertar una cita/llamada, también, le dejamos por aquí más información sobre nuestros diferentes procesos de tasación y catalogación.